lunes, 16 de julio de 2007

Nada es imposible

Cada vez más, año tras año, todo aquello que creíamos que nunca veríamos, ahora lo vemos; todo aquello que creíamos imposible que aconteciera, ahora forma parte de nuestras vidas.


Por eso para Glenn Shaw, discapacitado físico de 32 años y de origen británico, nada es imposible.


El Everest, de 8.848 metros de altura, es su principal objetivo.


"No llegaré a la cima, pero será un reto personal", admite Glenn Shaw.


Él está dispuesto a lanzarse a la aventura para conmemorar el 50 aniversario de la primera conquista de esta montaña, por parte de Edmund Hillary y Tenzing Norgay.


Shaw utilizará una silla de ruedas suiza, expresamente fabricada para la ocasión. Glenn sufre una grave enfermedad en los huesos y ya intentó escalar la cordillera del Himalaya, en 1977, cuando se rompió las piernas en ocho partes al caer desde una altura de casi 4.000 metros.


Con esta expedición quiere recaudar fondos para "Back-Up Trust", una institución benéfica que tiene como fin ajudar a las personas paralíticas para que puedan llevar una vida normal.


L.S.R.

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