"El sol despunta de nuevo sobre los tejados de Barcelona. Desde Monjuïc la fina capa de nubes que cubre la ciudad, parece abrazarla en un intento por proteger su silencio, su misterio. Y allí estoy yo, bajo la estatua de un hombre de metal, divisando entre los barcos y las velas una luna que se resigna a desaparecer del todo. Los pájaros, empiezan a despertar cubriendo el puerto de un extraño cantar, un cantar dolorido, pero a la vez imprescindible para reconstruir de nuevo un día que, sin duda, será distinto al anterior.
La noche, calurosa como de costumbre, me ha sorprendido meditando frente al teatro y, allí, me quedé esperando, más bien esperándote Y en ese triste y solitario banco de las Ramblas me di cuenta de todo lo que te extraño, que te tuve cerca, pero nunca lo suficiente. Que te rocé las manos, pero que nunca tuve valor para besártelas. Que te quiero, y que nunca seré lo bastante fuerte como para asumirlo…por eso lloro, y por eso me escondo…
Los turistas hablan y hablan en lenguajes que nunca podré descifrar. Me gusta saber que no soy la única que esconde palabras tras insinuaciones sin sentido. Algunos paran, algunos ríen, algunos se giran, pero nadie resta indiferente ante mi presencia. Quizá les sorprenda que en una capital del peso de Barcelona no todo sean solo apariencias, que detrás del conjunto sólido y perfecto del sistema que la mueve, puedan existir pequeños fallos en los engranajes…quizás nunca debí nacer aquí.
La ciudad condal es bella, grande, hermosa. En cada una de sus calles pareces viajar a través del tiempo y del espacio, pareces hallar lugares más especiales e imposibles del que descubriste ayer, y nunca sientes que quizás algún día todo pueda terminar, imposible…
Como imposible sonó en mis oídos tu adiós al partir. Tanto tiempo, tantas horas a tu lado y ahora todo parece ser solo un dibujo a lápiz fácil de borrar…como los retratos que poco a poco inundan Las Ramblas de vida. Y estatuas con vida surgen en sus fronteras. Una moneda cae frente a mí. Bajo los ojos y me descubro sentada, inmóvil frente a un quiosco, es ya mediodía. No he comido nada aún, y no siento hambre. Me levanto casi asustada del suelo, dejo la moneda. Un hombre con un sombrero de piel roto me mira con ojos dudosos, se avalancha hacia ella…me avergüenzo de mi misma.
Viajo sin u rumbo fijo. Observo. La avenida parece, hoy más que nunca, una penosa obra de teatro. Recuerdo, es sábado. La sociedad consumista y desesperada solo sale hoy de sus casas. “he visto unos pantalones guapísimos!”, oigo mientras contemplo un par de adolescentes vestidas con los mejores ropajes de las marcas mas caras. Me doy asco.
De repente, una imponente edificación se alza majestuosa ante mis ojos. La catedral de Barcelona. Me río frente a lo curioso que resulta encontrar un lugar de culto donde no existen dioses, no espirituales al menos. Todo parece derrumbarse, las paredes, los motivos, los valores, yo…
Recuerdo que hago allí. Hace tiempo optaste por borrarme, y aun me lamento de ello. Contengo unas lágrimas saladas como el mar que baña tus costas. Quizá uno de tus besos pudiera endulzarlas, pero estas lejos, muy lejos. Mar y tierra se disputan el hueco del olvido mientras me esfuerzo por volver a ser quien era por volver a ser yo, por volver a querer, por intentarlo, como mínimo.
Y así lejos de todo lo que creí ser, lejos de todo cuanto construir con golpes de orgullo me abandona tras la estela de dolor irreparable que quisiste engendrar. Y así te quiero, así te quise. Porque cundo por fin regrese a casa, solo encontrare lágrimas en una almohada blanca destinada a acoger nuestro amor. Porque cuando tu regreses, no estaré para esperarte, no estaré para tus lamentos, Porque cunado tu regreses, el mundo será tan negro que ni el mismo Satanás querrá habitar en sus abismos. Porque cuando tu regreses,, cuando llegues, quizás ya halla muerto."
2 comentarios:
Marçadas... como la clavas!!
llet!!
Tia k em faras famosa i tot!!uooooooo...kin orgull poder formar part de la teva web...jaja...
merci vida! ttmm!!!!!
Publicar un comentario