domingo, 3 de mayo de 2009

El amor verdadero se encuentra en el cielo

Desde hace ya unos cuantos años me dedico a leer el Magazine casi todos los domingos. En el Magazine de hoy (II/V/MMVIX) Lucía Etxebarría hablaba sobre una expresión muy oída hoy en día; hablaba sobre los “te quiero”. Me gustaría resaltar la frase: “Nadie nos ha enseñado el verdadero significado del amor”, ya que, a diferencia de muchas otras, creo bastante acertada. Lucía representa a la voz de la sociedad de hoy en día (no hace falta describirnos, ¿no?), la cual ya no sabe lo que significa el amor. Sólo aquel que se ha sentido amado puede dar amor. Y amar es humillarse, no sólo por tu pareja o hijo, si no por el que desprecias y al que no soportas; amar es morir por ellos. Amar es descender de nuestro pedestal de reyes, dejar nuestro orgullo de lado y rebajarse al otro. A veces es sufrimiento, que se transforma en plena alegría. Como decía una gran conocida por todos nosotros, “Ama hasta que te duela; si te duele, es buena señal”. El amor es algo tan grande que es difícil de expresar. Desde mi experiencia puedo decir que todo esto no es algo utópico e irreal. A menudo nuestro amor se limita a nuestros intereses. Porque, al fin y al cabo, tú eres la reina de tu vida. Tu orgullo es superior a todo ello. Pero llega un día en el que te das cuenta que eres incapaz de amar a nadie; que no soportas que te quieran. Y que estás sólo.

Pero de repente amanece, aunque no todo el mundo puede ver ese reluciente sol. Ahora me siento una gran privilegiada, porque ese increíble sol que vi aquel día, ilumina mi vida desde entonces. Sólo puedo dar gracias a aquellos que lo hicieron posible. Mis padres nos han enseñado a mis hermanos y a mí, este amor, verdadero. Pero no ha sido una enseñanza de palabras y más palabras; ha sido una enseñanza de hechos, con su propia vida. Sin ese amor, que mis padres un día descubrieron, ni mis hermanos ni yo existiríamos, ni tan siquiera el mayor. Pero, ¿de dónde viene ese amor que es paciente, servicial, que todo lo puede? ¿Dónde encontrarlo? El amor verdadero se encuentra en el cielo. El amor es Dios. Él es el único que nos ama incondicionalmente, seamos como seamos. Sólo cuando he descubierto y he creído este gran misterio he podido empezar a amar. Y mis padres han sido la prueba empírica de que con amor todo es posible; que para Dios, no hay nada imposible.

L.S.R.

No hay comentarios: